Atracar un banco es pan comido. Además puedes contar con el guardia de seguridad que va a ser tu cómplice. Tienes que entrar, coger el dinero y el oro y pirarte. Lo más importante es abandonar el banco antes de que lleguen los polis. ¡Sólo tienes 60 minutos! ¡Adelante! El que no arriesga, no gana.
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