En una cárcel, muchas veces, es necesario dejar de lado tus emociones para seguir adelante. Solo si eres de los que te mueves con seguridad y atrevimiento ante la adversidad, conseguirás salir de esta. Olvídate de los nervios y las pulsaciones de tu corazón, solo la lucidez te salvará si lo que quieres es entrar en la sala de control de los guardias. ¿Crees que lo podrás controlar todo?
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