Aunque pueda parecer extraño, las puertas y los pasillos de la cárcel también son un acceso a la libertad si le pones imaginación y, sobre todo, discreción. Prepárate para calmarte en momentos de tensión y tener sangre fría para aguantar la mirada de un guardia, de ello dependerá que veas la luz al final del túnel.
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