Os encontráis recluidos en un hospital psiquiátrico, no recordáis porque os encerraron allí. Un día, a la vuelta de vuestro paseo diario, otro paciente os está esperando. Os cuenta una historia rocambolesca. Vuestra mente está aturdida por la medicación y os cuesta razonar pero le confiáis vuestra vida. Sacáis las pocas fuerzas que os quedan y decidís que es el momento de actuar.
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